FAKE NEWS ARGENTINAS

No voy a mentir por vergüenza, alguna vez yo también me trague un sapo, lamentablemente como no nacemos con memoria instalada, hay cosas, la mayoría creo, tenemos que aprenderlas por experimentación propia. No recuerdo quien me lo aconsejo, tal vez fuera mi madrina que al irse de la casa joven, hizo su buena cantidad de experiencia, y era la que me decia cosas tales como no te apoyes en las paredes porque das imagen de cansancio y vos sos joven, pon siempre las manos sobre la mesa para que te las vean, no tengas las manos en los bolsillos porque es de mal gusto, si usas traje oscuro no lleves medias claras, o eres deportista o vas a la oficina, etc. Era buena modista dando consejos pero el día que me regalo un chaleco le falto tela y tuve que usarlo desprendido. –Hay, disculpame–. Eso también se puede aprender.
Cierta vez el gallego Garcia que era ya de por si alarmista me dijo que en el Rulero, así llamado un edificio grande y redondo cerca de la zona de Retiro, habían colocado un pan de Trotyl y que este había volado en pedazos. En ese entonces, aun confiaba en la gente, y lo que menos iba a pensar que un tipo grande como Garcia lanzaría tamaña mentira y fui a contarlo como si tuviera la primicia a casa de unos parientes que dijeron no haber escuchado nada sobre ello. En la década del 70 lo que mas sonaba era la radio. Pasaron los días y quedo en el aire como esas nubecillas negras siempre amenazantes. Pero nada sucedió.
«Me lo dijo un amigo que sabe» con el tiempo fue cambiando el curso y hoy es un diario virtual o alguien que trabaja adentro. Yo soy medica, enfermera, etc., recién vengo del hospital, estoy aterrada, no se que hacer, les cuento esto porque tienen todo tapado pero las villas explotan de infectados, acá no nos dan insumos, no tenemos barbijos, nos vamos a infectar todos. Falta que nos digan que tomemos lavandina y ahí si que vamos a ver cuantos argentos piolas hay.
Según mis propias y particulares estadísticas gran parte de mis amigo muertos gozan de buena salud, y todo gracias a los rumores de otro sector de amigos que no los deshecho porque salvo estos pequeños errores de matar supuestamente gente viva tienen alguna virtud como para seguir allí donde uno los halla cuando precisa de ellos. Pero los mentirosos consuetudinarios, no. Como dijo mi amigo Norberto, es amarillo, hace cuac! Como quieren que lo llame. O les digo un eufemismo de los que se usan ahora, no miente, quizá este faltando a la verdad.